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Las embajadas de la gastronomía española
Cuatro chefs que tienen restaurantes españoles con el sello de autenticidad de ICEX en EE.UU. y Japón cuentan su historia en el Kursaal
La cocina española está presente en el mundo entero. Vaya donde vaya uno de vacaciones se topa con un restaurante de comida española. Pero desde ICEX, la entidad pública empresarial de ámbito nacional que trata de promover la internacionalización de las empresas españolas y la promoción de la inversión extranjera, llevan años trabajando en la certificación de los restaurantes que trabajan en el extranjero con productos españoles importados.
Bajo el título ‘El producto español en Japón y Estados Unidos como puente entre culturas’, cuatro chefs que tienen restaurantes españoles con ese sello de autenticidad que otorga ICEX expusieron sus casos junto a Elisa Carbonell, directora de ICEX, en una mesa redonda moderada por el periodista mexicano Eddye Warman.
En la actualidad, tal y como explicó Carbonell, son 360 restaurantes de 43 países diferentes los que disponen del citado certificado. 67 están en Estados Unidos y 16 en Japón. De ambos países llegaron los cuatro chefs. Víctor González regenta el restaurante Tormiño Taberna Gallega en Nueva York y ha explicado que “nos concentramos en la comida gallega, dado que mi familia es de origen gallego. Al entrar ya tenemos ese granito y esa piedra que se ve en Porriño y que te hace sentir en Galicia.
También tenemos a la vista productos como jamón de bellota, vinos, Cola Cao, Galletas María…”. El cocinero ha destacado que reciben comensales “con experiencia en comida española, que vuelven porque sienten que es un restaurante muy auténtico”.
También tiene origen español el chef del restaurante BCN Taste and Tradition de Houston, Luis Roger. Su caso es distinto: “Mi socio Nacho Torras es un emigrante español que llevaba 30 años viviendo en Houston y tuvo la idea de abrir un restaurante español. Me conoció y le costó siete años convencerme. Abrimos en Houston porque allí la gente, de cada siete noches, cinco cena fuera de casa y en aquel entonces no había mucha oferta española”. Acertaron de pleno. En su restaurante “el 70% de los productos que usamos son españoles. Incluimos jamón, marisco, lubina, aceitunas, anchoas, boquerones en vinagre, quesos, piparras… Un sinfín de productos gracias a los cuales reforzamos y ponemos en valor la marca España y su gastronomía. Esto es para nosotros un motivo de orgullo”, ha añadido Roger.
Los casos de los chefs japoneses son distintos. Ninguno tiene vinculación con España. Eiichi Matsumoto tiene el restaurante Dukkah en Osaka y apostó por la gastronomía española porque “cuando fui a España me llamó la atención que en cada sitio había una comida diferente. He estado investigando, he estado en sociedades gastronómicas, en txokos, en restaurantes de España, en fábricas de embutidos… Nunca he trabajado en restaurantes españoles, pero los españoles son muy amables y me han enseñado mucho en los lugares que he visitado”. Todo ese conocimiento adquirido lo pone en práctica ahora con producto español en Osaka.
Cocina vasca en Taki
En la localidad japonesa de Taki tiene Akira Nakatake el restaurante Izurun. Ha confesado que “el motivo de que me dedique a la cocina española es que la persona que admiraba trabajaba la cocina española. El chef que admiraba tenía un restaurante de comida vasca en Hokaido y gracias a él tuve la oportunidad de trabajar en Akelarre”. Ahora, en Taki tiene un restaurante “en el que aportamos una experiencia completa al comensal y en el que el vino ocupa un lugar muy importante. En Japón no hay mucha cultura del vino, pero acompaña muy bien los platos españoles”, ha concluido.
Estos son sólo cuatro de los 360 restaurantes con el sello de autenticidad ICEX. Elisa Carbonell ha destacado que “queremos ser muchos más”. Para obtener el certificado, el restaurante aspirante debe acreditar que “entre un 60 y un 80 % de su propuesta es española”. No todos lo logran, pero “con los que no consiguen el resultado esperado, usamos esas ganas de lograrlo para incentivarles a hacer un esfuerzo en determinados productos para que enriquezcan su carta y lo volvamos a estudiar”.
Los proyectos de estos chefs y sellos de autenticidad como el promovido por el ICEX contribuyen también a que España siga incrementando las exportaciones en el sector alimenticio, cifradas en 9.000 millones de dólares al año.